Domingo 27 de julio
XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Domingo 27 de julio
XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
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Amarnos correctamente a nosotros mismos
Después de haber presentado el amor al pró-, jimo a través de la parábola del buen samaritano y el amor a Dios en el relato de Marta y María, Lucas ahora reflexiona sobre el amor a uno mismo. Para ello, pone en escena preocupaciones y necesidades personales, como las ofensas que cometemos o el alimento que debemos procurar, tomando como trasfondo la oración del Padrenuestro.
Desde esta perspectiva, Lucas insiste en que el amor a uno mismo no puede separarse del amor a Dios ni del amor al prójimo. Nuestras necesi-
"Pidan y se les dará, busquen y
dades son importantes y debemos atenderlas,
encontrarán, toquen
pero siempre en sintonía con la fraternidad. Si
y se les abrirá".
llamamos a Dios "Padre", no es sólo porque
somos muchos, sino porque buscamos ser, cada vez más, mejores hermanos. Así, el amor propio debe mantener un equilibrio con el amor a los demás, evitando caer en la egolatría o el egocentrismo.
Asimismo, al ocuparnos de nuestras necesidades, debemos hacerlo dentro del marco del proyecto del Reino. Si pedimos algo a Dios, debemos estar dispuestos a que su voluntad sea el centro, y no nuestros intereses egoístas. El Reino de Dios únicamente se construye cuando el amor a los demás y el amor propio se combinan de manera armoniosa.
Por último, la oración no debe convertirse en una excusa para actitudes egoístas. Más que la oración de petición, Lucas enfatiza la oración de intercesión. Orar no se trata solamente de pedir por nuestras necesidades ni de esperar qué puede hacer Dios por noso-tros, sino de preguntarnos qué podemos hacer nosotros, con su ayuda, por nuestros hermanos más necesitados.
¿Por qué a veces confundimos el amor propio con el egoísmo o el egocentrismo? ¿Cómo podemos aprender a amarnos de manera equilibrada y saludable?
ANTÍFONA DE ENTRADA:
Cfr. Sal 67; 6-7. 36
Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti nada es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
Escuchemos ahora una historia llena de confianza en Dios. Una historia que nos prepara para el evangelio, en el que Jesús nos invitará a rezar convencidos de que Dios nos escucha.
MONICIÓN
PRIMERA LECTURA
No se enfade mi Señor, si sigo hablando.
Del libro del Génesis: 18, 20-32
n aquellos días, el Señor dijo a Abraham: "El clamor contra Sodoma y Gomorra es grande y su pecado es demasiado grave. Bajaré, pues, a ver
si sus hechos corresponden a ese clamor; y si no, lo sabré".
Los hombres que estaban con Abraham se despidieron de él y se encaminaron hacia Sodoma. Abraham se quedó ante el Señor y le preguntó:
"¿Será posible que tú destruyas al inocente junto con el culpable? Supongamos que hay cincuenta justos en la ciudad, ¿acabarás con todos ellos y no perdonarás al lugar en atención a esos cincuenta justos? Lejos de ti tal cosa: matar al inocente junto con el culpable, de manera que la suerte del justo sea como la del malvado; eso no puede ser. El juez de todo el mundo ¿no hará justicia?". El Señor le contestó: "Si encuentro en Sodoma cincuenta justos, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos".
Abraham insistió: "Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Supongamos que faltan cinco para los cincuenta justos, ¿por esos cinco que faltan, destruirás toda la ciudad?". Y le respondió el Señor: "No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco justos".
Abraham volvió a insistir: "Quizá no se encuentren allí más que cuarenta".
El Señor le respondió: "En atención a los cuarenta, no lo haré".
Abraham siguió insistiendo: "Que no se enoje mi Señor, si sigo hablando,
¿y si hubiera treinta?". El Señor le dijo: "No lo haré, si hay treinta".
Abraham insistió otra vez: "Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor,
¿y si se encuentran sólo veinte?". El Señor le respondió: "En atención a los veinte, no la destruiré".
Abraham continuó: "No se enoje mi Señor, hablaré sólo una vez más, ¿y si se encuentran sólo diez?". Contestó el Señor: "Por esos diez, no destruiré la ciudad".
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
10498
20г
-Del salmo: 137
SALMO RESPONSORIAL
J. de J. Hurtado B.P. 1716
Em Am Em
to
-do
co - ra - zón.
R. Te damos gracias de todo corazón.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos.
Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos, nos oíste y nos llenaste de valor. R.
Se complace el Señor en los humildes y rechaza al engreído. En las penas,
Señor, me infundes ánimo, me salvas del furor del enemigo. R.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo y así concluirás en nosotros tu obra.
Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R.
La segunda lectura nos invita a agradecer la salvación que hemos recibido de Jesucristo, y a la que nos hemos incorporado por el
Bautismo.
MONICIÓN
SEGUNDA LECTURA
Les dio a ustedes una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos sus pecados.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 2, 12-14:m
1H ermanos: Por el bautismo fueron ustedes sepultados con Cristo y también resucitaron con él, mediante la fe en el poder de Dios, que lo
resucitó de entre los muertos.
o7 Ustedes estaban muertos por sus pecados y no pertenecían al pueblo de la alianza. Pero él les dio una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos los pecados. Él anuló el documento que nos era contrario, cuyas cláusulas nos condenaban, y lo eliminó clavándolo en la cruz de Cristo.
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Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
B.P. 1033 - Palazón:
Rom 8, 15
R. Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre! R.
IB ZOCSI
La parábola del amigo inoportuno, que hoy nos cuenta Jesús, nos habla del poder de la oración y de cómo Dios se conmueve cuando perseveramos en ella. Lo único que se necesita es tener fe.
MONICIÓN
EVANGELION
Pidan y se les dará.0e
- Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 1-13
Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le
dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos".
Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: *Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación'".
También les dijo: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: *Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle. Pero él le responde desde dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontra-rán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuen-tra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos,
¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?".
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
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Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, el auxilio del Espíritu Santo, para que inspire nuestras oraciones y ruegue con nosotros por las necesidades del mundo.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
+ Para los que empiezan a conocer a Cristo y desean la gracia del Bau-
tismo, pidamos el favor de Dios todopoderoso. Oremos.
+ Para nuestra ciudad (nuestro pueblo), para todos los que habitan en ella (él), y para todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor paz y prosperidad abundantes. Oremos.
Para los que persiguen a la Iglesia y para los pecadores que viven intran-quilos, pidamos la luz del Espíritu y la gracia de la conversión. Oremos.
† Para quienes sufren los efectos de la trata de personas, pidamos al Señor que se respeten y recuperen su libertad y su dignidad. Oremos.
+ Para los abuelos y los adultos mayores, pidamos que sean reconocidos porque constituyen un valor y un don, tanto para la sociedad como para las comunidades eclesiales. Oremos.
+ Para quienes estamos aquí reunidos y para aquellos por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el Reino de su Hijo. Oremos.
Dios de amor y de bondad, que escuchas siempre la oración de tus hijos, concédenos lo que te hemos pedido con fe y llénanos de tu Espíritu Santo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Senuestr
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios.
Sal 102, 2
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PERSEVEREMOS EN LA ORACIÓN
Jesús enseñó la oración del Padre-nuestro a sus discípulos cuando ellos le pidieron que les enseñara a orar.
Tengamos la certeza de que Jesús siempre cumple su palabra. Por eso, si él dijo: "Pidan y se les dará", confiemos en que, a través de nuestra
Se trata de la oración por exce-oración, recibiremos:
lencia, ya que es el modelo a seguir de toda oración que * Lo que pedimos.
digamos.
U otra cosa mejor, si no nos con-
* Cada vez que recemos un Padre-
viene lo que pedimos.
nuestro, hagámoslo como si fuera la primera vez, conscientes de lo que decimos. No se trata de repetirlo como si fuéramos unos loros.
Como Dios es nuestro Padre, no le pidamos cosas que nos perjudiquen (que equivale a pedirle una vibora o un alacrán).
En la parábola del amigo ino-portuno, Jesús nos hace ver lo importante que es insistir en nuestros ruegos, aunque parezca que, de momento, no somos escuchados.
Pidamos cosas buenas al Señor, porque él sólo quiere darnos este tipo de cosas.
Cuando hagamos oración no nos olvidemos de pedir el Espíritu Santo.
El Libro Vivo es un servicio gratuito.
Carmelitas Descalzos de México.
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