Lunes 28 de julio
XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Lunes 28 de julio
XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Feria * Verde
Se sugiere utilizar hoy las oraciones de la Misa por los familiares y amigos, tal como aparecen en el presente formulario (cfr. Misas para diversas circunstancias, Misal Romano, p. 1152 [| |44]); pero en su lugar pueden utilizarse las del domingo anterior o las de cualquier domingo del Tiempo Ordinario.
Una misión discreta, mas no insignificante
Nos atrae lo espectacular, evitamos lo discreto, nos impresiona lo ruidoso, aunque nos aturda. Nunca como ahora ha sido tan urgente recuperar la dimensión discreta del Reino de Dios. Cuando Jesús, y unos cincuenta años después Mateo, proclamaron que el proyecto
COMENTARIO
AL EVANGELIO
de Dios es semejante a una semilla de mostaza, sus oyentes seguramente contrastaron esta imagen de sencillez con la ostentación
propagandística del Imperio. El poder romano llenaba cada rincón de sus dominios con símbolos grandes, vistosos y costosos para dejar claro quién dominaba.
En contraposición, el Reino de Dios se asemeja a un grano de mostaza que, aunque pequeño, no es insignificante. Su pequeñez está relacionada con lo noble y pacífico. El Reino no es grosero ni violento, ni en sus inicios ni en su desarrollo.
Podría decirse que es cordial, amable y, por lo mismo, profundamente significativo y transformador. Su impacto es tan grande que incluso los más desprotegidos (simbolizados en los pájaros) encuentran en él refugio y acogida. Sólo desde esta modestia y con esta discreción noble es posible ser fermento en la sociedad.
¿Por qué nos atrae lo espectacular, aun cuando muchas veces es poco significativo y nada transformador? ¿Qué podemos hacer para que nuestra vida y nuestra tarea evangelizadora sean, como dice Jesús del Reino, discretas pero no insignificantes?
*
ANTÍFONA DE ENTRADA
Cfr. Sal 121, 6. 8
Digan de todo corazón: Jerusalén, que haya paz entre aquellos que te aman.
Por mis hermanos y compañeros voy a decir: la paz contigo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que, por gracia del Espíritu Santo, infundiste en los corazones de tus fieles los dones de tu amor, concede a tus siervos, por quienes imploramos tu clemencia, la salud de cuerpo y alma, para que te amen con todas sus fuerzas y cumplan con amor lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesu-cristo...
PRIMERA LECTURA
Este pueblo ha cometido un gravísimo pecado al hacerse un dios de oro.
Del libro del Éxodo: 32, 15-24. 30-34 n aquellos días, Moisés bajó del monte y regresó trayendo en sus manos las dos tablas de la alianza, que estaban escritas por ambos lados. Las tablas eran obra de Dios y la escritura grabada sobre ellas era también obra de Dios.
Cuando Josué oyó los gritos del pueblo, le dijo a Moisés: "Se oyen gritos de guerra en el campamento". Moisés le respondió: "No son gritos de victoria ni alaridos de derrota. Lo que oigo son cantos".
Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, se enfureció, arrojó las tablas y las hizo añicos al pie del monte. Luego tomó el becerro que habían hecho, lo echó al fuego y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció en el agua y se la hizo beber a los israelitas.
Después le dijo Moisés a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo hayas arrastrado a cometer un pecado tan grave?". Aarón le respondió:
"No te enfurezcas, señor mío, pues tú ya sabes lo perverso que es este pue-blo. Me dijeron: 'Haznos un dios que nos guíe, pues no sabemos lo que le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos sacó de Egipto. Yo les contesté: 'Los que tengan oro, que se desprendan de él'. Ellos se quitaron el oro y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió ese becerro".
Al día siguiente, Moisés le dijo al pueblo: "Han cometido ustedes un pecado gravísimo. Voy a subir ahora a donde está el Señor, para ver si puedo obtener el perdón de ese pecado"
Así pues, fue Moisés a donde estaba el Señor y le dijo: "Ciertamente este pueblo ha cometido un pecado gravísimo al hacerse un dios de oro. Pero ahora, Señor, te ruego que les perdones su pecado o que me borres a mí de tu libro que has escrito". El Señor le respondió: "Al que haya pecado contra mí, lo borraré de mi libro. Ahora ve y conduce al pueblo al lugar que te he dicho y mi ángel irá delante de ti. Pero cuando llegue el día de mi venganza, les pediré cuentas de su pecado".
Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 105
R. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
En el Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro, y lo adoraron. Cambiaron al Dios, que era su gloria, por la imagen de un buey que come pasto. R.
Se olvidaron del Dios que los salvó, y que hizo portentos en Egipto, en la tierra de Cam, mil maravillas y en las aguas del Mar Rojo, sus prodigios. R.
Por eso hablaba Dios de aniquilarlos; pero Moisés, que era su elegido, se
interpuso a fin de que en su cólera, no fuera el Señor a destruirlos. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Sant 1, 18
R. Aleluya, aleluya.
Por su propia voluntad el Padre nos engendró mediante la palabra de la ver-dad, para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. R.
EVANGELIO
El grano de mostaza se convierte en un arbusto y los pájaros hacen su nido en las ramas.
¾ Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 31-35
n aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre:
"El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en su huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Apiádate, Señor, de tus siervos, por quienes ofrecemos este sacrificio de alabanza a tu majestad, para que, por efecto de estos santos misterios, obtengan la gracia de tu bendición celestial y alcancen la gloria de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Mt 12, 50
Todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir este divino sacramento, te rogamos, Señor, que a tus siervos, a quienes les concediste que nos amen, les des el perdón de sus pecados, tu consuelo en la vida y tu constante protección, para que, sirviéndote todos con un mismo corazón, podamos gozar juntos de la visión de tu rostro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Reino se gesta en lo pequeño, ¡qué maravilloso contemplarlo a diario! Jesús aprendió de su Padre en medio de los sencillos. Precisamente ese encuentro con lo pobre nos invita a estar alertas, con atención amorosa y con una mirada de sorpresa. Debemos
PARA MEDITAR
estar abiertos al encuentro, para ver cómo la actuación de Dios transforma toda la realidad.
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Carmelitas Descalzos de México.
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