Martes 18 de febrero

VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

ANTÍFONA DE ENTRADA

Cfr. Ef 1, 9-10

Dios nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad: hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que en tu admirable providencia dispusiste que el Reino de Cristo se extendiera por todo el mundo y que todos los hombres fueran hechos partícipes de la redención salvadora, concédele a tu Iglesia ser sacramento universal de salvación, y que a todos los hombres les sea anunciado tu Hijo como el Salvador de los pueblos y la esperanza de las naciones. Él, que vive y reina contigo...


PRIMERA LECTURA

Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado.

Del libro del Génesis: 6, 5-8; 7, 1-5. 10

En aquel tiempo, viendo el Señor que en la tierra la maldad del hombre era muy grande y que sus actitudes eran siempre perversas, se arrepintió de haber creado al hombre, y lleno de profundo pesar, dijo: "Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado, y con el hombre, también a los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues estoy arrepentido de haberlos creado".

Pero Noé encontró gracia ante el Señor. Así pues, el Señor le dijo a Noé: "Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación. De todos los animales puros toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de las aves, siete parejas, macho y hembra, para que se conserve su especie en la tierra. Pasados siete días, haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y borraré de la superficie de la tierra a todos los vivientes que he creado",

Noé hizo todo lo que le mandó el Señor, y siete días después, cayó el diluvio sobre la tierra.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 28

R. Dios bendice a su pueblo con la paz.


Hijos de Dios, glorifiquen al Señor, denle la gloria que merece. Postrados en su templo santo, alabemos al Señor.

R. Dios bendice a su pueblo con la paz.


La voz del Señor se deja oír sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es imponente.

R. Dios bendice a su pueblo con la paz.


El Dios de majestad hizo sonar el trueno de su voz. El Señor se manifestó sobre las aguas desde su trono eterno.

R. Dios bendice a su pueblo con la paz.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Jn 14, 23

R. Aleluya, aleluya.

El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R.


EVANGELIO

Cuidense de la levadura de los fariseos y de la de Herodes.

Del santo Evangelio según san Marcos: 8, 14-21

En aquel tiempo, cuando los discípulos iban con Jesús en la barca, se dieron cuenta de que se les había olvidado llevar pan; sólo tenían uno. Jesús les hizo esta advertencia: "Fíjense bien y cuídense de la levadura de los fariseos y de la de Herodes". Entonces ellos comentaban entre sí: "Es que no tenemos panes".

Dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: "¿Por qué están comentando que no trajeron panes? ¿Todavía no entienden ni acaban de comprender? ¿Tan embotada está su mente? ¿Para qué tienen ustedes ojos, si no ven, y oídos, si no oyen? ¿No recuerdan cuántos canastos de sobras recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil hombres?". Ellos le contestaron: "Doce". Y añadió: "¿Y cuántos canastos de sobras recogieron cuando repartí siete panes entre cuatro mil?". Le respondieron: "Siete". Entonces él dijo: "¿Y todavía no acaban de comprender?".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios misericordioso, mira las ofrendas de este pueblo a ti consagrado y concede, por la eficacia de este sacramento, que la multitud de los que creen en ti sea siempre estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada y pueblo de tu propiedad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio VIII para los domingos del Tiempo Ordinaria.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

Cfr. Арос 22, 17.20

El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Amén. Ven, Señor Jesús.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, que sin cesar alimentas y fortaleces a tu Iglesia con tus sacramentos, concede a quienes nos hemos alimentado en esta mesa celestial, que, viviendo el mandato de tu amor, seamos fermento de vida e instrumento de salvación, en medio de la comunidad humana. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Carmelitas Descalzos de México.
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