Martes 22 de julio
XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Martes 22 de julio
XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
SANTA MARÍA MAGDALENA
Fiesta * Blanco
María de Magdala, pecadora perdonada por Jesús, se dedicó a servirlo con todo su amor. Cuando los Apóstoles huyeron, ella se mantuvo firme al pie de la cruz del Señor, junto con la santísima Virgen, Juan y algunas otras mujeres. Jesús recompensó la fidelidad de Magdalena apareciéndosele especialmente la mañana del domingo de Pascua y encargándole que les comunicara a sus discípulos el mensaje de la resurrección.
En María Magdalena valoremos más a todas las mujeres
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COMENTARIO
AL EVANGELIO
El olvido de mujeres valiosas en la historia universal, en la Iglesia e incluso en la historia de nuestros pueblos y familias ha sido un error grave. Por ello, se hace necesaria la tarea de recuperar en la memoria eclesial el testimonio de María Magdalena. Al haber pasado por alto su importancia, hemos perdido un referente valioso y profundamente actual.
Juan nos recuerda que María Magdalena fue una de las primeras testigos de la Resurrección, un hecho especialmente relevante porque, en aquel tiempo, las mujeres no podían actuar jurídicamente como testigos. Sin embargo, el Señor resucitado eligió a María de Magdala y a otras mujeres como testigos privilegiados de este gran acontecimiento de vida, dejando en claro el carácter renovador de la Resurrección.
Desde los primeros siglos de la Iglesia, María Magdalena ha sido reconocida no sólo como ejemplo de discípula, por su perseverancia ante el sepulcro vacío, sino también como modelo de una mujer que supo mantenerse con dignidad ante los dirigentes varones de la comunidad, incluidos Pedro y los demás apóstoles. Además, fue una misionera ejemplar, cuya valentía y testimonio sirvieron de inspiración para muchas mujeres en sus valiosos y arriesgados apostolados en los primeros siglos del cristianismo.
¿Qué podemos hacer para aprender de la valentía y del testimonio de la mujer en nuestra sociedad, nuestra comunidad y nuestra familia?
*
ANTÍFONA DE ENTRADA
In 20, 17
Dijo Jesús a María Magdalena: Ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que santa María Magdalena fuera la primera en recibir de tu Unigénito el encargo de anunciar el gozo pascual, concédenos por su intercesión que, siguiendo su ejemplo, anunciemos a Cristo resucitado y merezcamos contemplarlo reinando en el cielo. Él, que vive y reina contigo...
PRIMERA LECTURA
Encontré al amor de mi alma.
Del libro del Cantar de los Cantares: 3, 1-4
7 sto dice la esposa: "En mi lecho, por las noches, a mi amado yo buscaba.
[ Lo busqué, pero fue en vano. Me levantaré. Por las plazas y barrios de la ciudad buscaré al amor de mi alma.
Lo busqué, pero fue en vano. Y me encontraron los guardias de la ciudad, y les dije: '¿Qué no vieron a aquel que ama mi alma?'. Y apenas se fueron, encontré al amor de mi alma".
Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
En lugar de la primera lectura de Cantar de los Cantares 3, 1-4, se puede utilizar la de
2 Corintios 5, 14-17, tal como aparece en el Leccionario.
SALMO RESPONSORIAL
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Del salmo 62
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora el agua. R:
Para admirar tu gloria y tu poder, anhelo contemplarte en el santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios. R.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De
lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con júbilo en los labios. R.
Fuiste mi auxilio y a tu sombra, canté lleno de gozo. A ti se adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada. R.
EVANGELIO
Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?
→* Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-2. 11-18
1 primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María
* Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados »
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en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: "¿Por qué estás llorando, mujer?". Ella les contestó: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era
Jesús. Entonces él le dijo: "Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?".
Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: "Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto". Jesús le dijo: "¡María!". Ella se volvió y exclamó:
"¡Rabbuní!", que en hebreo significa 'maestro'. Jesús le dijo: "No me reten-gas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: 'Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios'".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos y les anunció: "¡He visto al
Señor!",
", y les contó lo que Jesús le había dicho.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de santa María Magdalena, con el mismo agrado con el que tu Unigénito aceptó su homenaje de amor. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, aclamarte siem-pre, Padre todopoderoso, grande en misericordia no menos que en poder, por
Cristo, Señor nuestro.
El se apareció en el huerto a María Magdalena: la que lo había amado cuando vivía, lo había visto morir en la cruz, lo había buscado en el sepulcro donde yacía, y había sido la primera en adorarlo al resucitar de entre los muertos; a ella le confirió el oficio de ser apóstol para los mismos após-toles, para que la buena noticia de la vida nueva se anunciara hasta los confines de la tierra..
Por eso, Señor, también nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con
los ángeles y los santos, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
2 Cor 5, 14. 15
El amor de Cristo nos apremia a que no vivamos para nosotros mismos, sino sólo para él, que por nosotros murió y resucitó.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la santa recepción de tu sacramento, infunda en nosotros aquel amor perseverante con el que santa María Magdalena estuvo siempre unida a Cristo, su maestro. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
¿Cuántas veces hemos caminado en la oscuridad? Cualquiera puede andar por la senda de la penumbra; sin embargo, lo importante es salir al encuentro del Señor. María Magdalena nos invita a caminar con ella en la opacidad, justo cuando tenemos esa sensación de desolación de la que sólo podemos salir cuando jesús
PARA MEDITAR
nos llama por nuestro nombre.
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Carmelitas Descalzos de México.
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