Domingo 2 de marzo

VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

ANTÍFONA DE ENTRADA

Cfr. Sal 17, 19-20

El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.


Se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, que tu poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad. Por nuestro Señor Jesucristo...


PRIMERA LECTURA

No alabes a nadie antes de que hable.

Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 27,5-8

Al agitar el cernidor, aparecen las basuras; en la discusión aparecen los defectos del hombre. En el horno se prueba la vasija del alfarero; la prueba del hombre está en su razonamiento. El fruto muestra cómo ha sido el cultivo de un árbol; la palabra muestra la mentalidad del hombre. Nunca alabes a nadie antes de que hable, porque ésa es la prueba del hombre.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 91, 2-3.13-14.15-16.

R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!


¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches!

R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!


Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores.

R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!


Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen.

R. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!


SEGUNDA LECTURA

Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-58

Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

Así pues, hermanos míos muy amados, estén firmes y permanezcan constantes, trabajando siempre con fervor en la obra de Cristo, puesto que ustedes saben que sus fatigas no quedarán sin recompensa por parte del Señor.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Cfr. Flp 2, 15. 16

R. Aleluya, aleluya.

Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R.


EVANGELIO

La boca habla de lo que está lleno el corazón.

Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-45

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano.

No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO

El pasaje del Evangelio de hoy presenta parábolas breves, con las cuales Jesús quiere señalar a sus discípulos el camino a seguir para vivir sabiamente. Con la pregunta: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?» (Lc 6, 39), quiere subrayar que un guía no puede ser ciego, sino que debe ver bien, es decir, debe poseer la sabiduría para guiar con sabiduría, de lo contrario corre el peligro de perjudicar a las personas que dependen de él. Así, Jesús llama la atención de aquellos que tienen responsabilidades educativas o de mando: los pastores de almas, las autoridades públicas, los legisladores, los maestros, los padres, exhortándoles a que sean conscientes de su delicado papel y a discernir siempre el camino acertado para conducir a las personas. (…) En el pasaje de hoy encontramos otra frase significativa, que nos exhorta a no ser presuntuosos e hipócritas. Dice así: «¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?» (v. 41). Muchas veces, lo sabemos, es más fácil o más cómodo percibir y condenar los defectos y los pecados de los demás, (…) VìTodos tenemos defectos: todos. Debemos ser conscientes de ello y, antes de condenar a los otros, mirar dentro de nosotros mismos. Así, podemos actuar de manera creíble, con humildad, dando testimonio de la caridad. (Ángelus, 3 de marzo de 2019)


Se dice Credo.


PLEGARIA UNIVERSAL

Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades.

Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.

+ Para que aumente en la Iglesia la fe y la esperanza, la generosidad y el espíritu de servicio, la sed de paz y de justicia. Oremos.

+ Para que quienes tienen autoridad en el mundo, gobiernen con justicia buscando el bienestar de todos. Oremos.

+ Para que quienes viven lejos de su hogar, o están de viaje, se vean libres de todo peligro. Oremos.

+ Para que quienes estamos aquí reunidos, aprendamos a amarnos como Jesús nos ha amado y vivamos profundamente el próximo Tiempo de Cuaresma en preparación a la Pascua. Oremos.

Escucha, Señor, nuestras oraciones y concédenos que la palabra que resuena en tu Iglesia nos ayude a comprender y amar a nuestros hermanos, para que nunca seamos jueces presuntuosos, sino portadores de bondad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, que haces tuyas nuestras ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

Cfr. Sal 12, 6

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, y entonaré un himno de alabanza al Dios Altísimo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

El Libro Vivo es un servicio gratuito.
Carmelitas Descalzos de México.
ocd.org.mx