9 de agosto
SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein), virgen y mártir
9 de agosto
SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein), virgen y mártir
OCD: Memoria
Color litúrgico: Rojo
Recordamos hoy con pena y con gozo el martirio de santa Teresa Benedicta de la Cruz, más conocida con su nombre seglar de Edith Stein. Nació en Breslau (Alemania) en el seno de una familia judía. Profesora de filosofía, apasionada buscadora de la verdad, la encontró por fin con la lectura de la autobiografía de santa Teresa de Jesús. Se bautizó en la Iglesia Católica el año 1922 y once años más tarde entró en el monasterio carmelitano de Colonia. Buscada por los nazis a causa de su condición judía, detenida y llevada al campo de concentración de Auschwitz, ofreció su vida en holocausto por el pueblo de Israel, al que pertenecía y amaba. Murió mártir en los hornos crematorios el 8 de agosto de 1942. Mujer de singular inteligencia y cultura, ha dejado libros de elevada doctrina y de honda espiritualidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta mártir derramó su sangre por el nombre de Cristo, no temió las Aménazas de los jueces, y así alcanzó el reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios de nuestros padres en la fe, infúndenos copiosamente la ciencia de la cruz, con la que enriqueciste de modo admirable a santa Teresa Benedicta en la hora del martirio; concédenos por su intercesión, buscarte sin descanso a ti que eres la suma Verdad, y mantener con lealtad hasta la muerte la alianza eterna de amor, sellada con la sangre de tu Hijo para la salvación de todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
PRIMERA LECTURA
¡Ay de la ciudad sanguinaria!
Del libro del profeta Nahum: 2, 1. 3; 3, 1-3. 6-7
Ya viene por el monte el mensajero de buenas noticias, que anuncia la paz. Celebra tus fiestas, Judá, y cumple tus promesas, porque el malvado no te volverá a invadir, pues ha sido aniquilado. El Señor restaurará la viña de Jacob, que es el orgullo de Israel. Los invasores la habían devastado, habían destruido sus sarmientos.
En cambio, ¡ay de ti, Nínive, ciudad sanguinaria, toda llena de mentiras y despojos, que no has cesado de robar! Escucha el chasquido de los látigos y el estrépito de las ruedas, los caballos que galopan, los carros que saltan y la caballería que avanza. Mira el llamear de las espadas y el centellear de las lanzas. Contempla la multitud de heridos y los montones de muertos, la interminable cantidad de cadáveres con los que uno se tropieza.
Arrojaré inmundicias sobre ti, te deshonraré y te expondré a la vergüenza pública. Y todo el que te vea huirá de ti y dirá: "Nínive está destruida". ¿Quién tendrá compasión de ti? ¿Dónde podré encontrar alguien que te consuele?
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Deuteronomio 32, 25cd-36ab. 39abcd. 41
R/. Yo doy la muerte y la vida.
El día de su perdición se acerca y su suerte se apresura, porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos.
R/. Yo doy la muerte y la vida.
Miren que sólo yo soy Dios y no hay otro fuera de mí; yo doy la muerte y la vida, yo hiero y yo curo.
R/. Yo doy la muerte y la vida.
Cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mis manos la justicia, yo me vengaré del enemigo y le daré su merecido al adversario.
R/. Yo doy la muerte y la vida.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Mt 5, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
¿Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 24-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo que merecen sus obras. Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios de misericordia, derrama tu bendición sobre estos dones y guárdanos en la fe que tu mártir, Teresa Benedicta de la Cruz, confesó con su sangre. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Jn 15, 1-5
Yo soy la verdadera vid, vosotros los sarmientos −dice el Señor−; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, que imitando la constancia de tu mártir, santa Teresa Benedicta de la Cruz, merezcamos recibir de tus manos el premio prometido a la paciencia. Por Jesucristo nuestro Señor.
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Carmelitas Descalzos de México.
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