23 de julio
Nuestra Señora, madre de la divina gracia
23 de julio
Nuestra Señora, madre de la divina gracia
Orden de Carmelitas Descalzos: Memoria obligatoria
Hoy los carmelitas recordamos a la Virgen María como «Madre de la Divina Gracia». El Concilio Vaticano II, en el capítulo referente a María en la Constitución sobre la Iglesia, justifica así esta invocación: «La Santísima Virgen, concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó de forma incomparable a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia» (LG 61).
ANTÍFONA DE ENTRADA
Heb 4, 16
Comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno.
ORACIÓN COLECTA
Señor, por el misterioso designio de tu amor, has querido que la Virgen María fuese Madre del autor de la gracia y estuviese asociada a él en el misterio de la redención humana; que ella nos alcance con profusión tus dones y nos conduzca hasta el puerto de la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos: 5, 12. 17-19
Hermanos:
Lo mismo que por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...
Si por culpa de aquél, que era uno solo, la muerte inauguró su reino, mucho más los que reciben a raudales el don gratuito de la amnistía vivirán y reinarán gracias a uno solo, Jesucristo.
En resumen, una sola culpa resultó condena de todos, y un acto de justicia resultó indulto y vida para todos.
En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 66, 2-3. 4-5. 6-7b
R/. El Señor ilumine su rostro sobre nosotros.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos, tu salvación.
R/. El Señor ilumine su rostro sobre nosotros.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra.
R/. El Señor ilumine su rostro sobre nosotros.
Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.
R/. El Señor ilumine su rostro sobre nosotros.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr. Mt 11, 25
R/. Aleluya, aleluya.
Dios te salve, Madre de misericordia; por ti hemos recibido la gracia de Cristo, nuestro Dios y Salvador. R/.
EVANGELIO
La madre de Jesús le dijo: “No les queda vino”.
Del santo Evangelio según san Juan: 2,1-11.
En aquel tiempo había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino y la madre de Jesús le dijo:
−No les queda vino.
Jesús le contestó:
−Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los sirvientes:
−Haced lo que él diga.
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
−Llenad las tinajas de agua.
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
−Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de
dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), entonces llamó al novio y le dijo:
−Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú en cambio has guardado el vino bueno hasta ahora.
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio de propiciación y de alabanza y, por la fuerza de tu Santo Espíritu, transfórmalo en el sacramento de nuestra redención, para que al participar en la reconciliación que Jesucristo, nuestro mediador, nos ha obtenido, por intercesión de la Virgen María, sea también para nosotros una fuente de gracias y un manantial inagotable de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO: LA VIRGEN MARÍA, MADRE Y MODELO DE SANTIDAD
V/. El Señor esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la conmemoración de la Bienaventurada y siempre Virgen María. Unida íntimamente al misterio de Cristo no cesa de ser Madre de nuevos hijos en la Iglesia y con su ejemplo los guía a seguir el camino de la caridad perfecta.
Ella, con su afecto maternal y el encanto de sus virtudes, ha suscitado en la Iglesia la Orden del Carmelo y le ha dado un signo de su protección. Ella es el modelo de nuestra vida consagrada al servicio de Cristo, en la contemplación de la Palabra y en la entrega generosa a los hermanos.
Por este don inmenso de tu amor te damos gracias y proclamamos tus grandezas cantando con los ángeles: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ap 22, 17
El Espíritu y la esposa dicen: ¡Ven! Y quien lo oiga, diga: «¡Ven!» Y quien tenga sed, que venga. Y quien quiera, que tome el agua de la vida gratuitamente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Recreados, Señor, en las fuentes de la vida, te pedimos humildemente por la virtud de este sacramento y la intercesión de la Virgen María, que unidos más estrechamente a Cristo, nuestro mediador, colaboremos con creciente fidelidad al misterio de la redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
El Libro Vivo es un servicio gratuito.
Carmelitas Descalzos de México.
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