Jueves 30 de octubre
XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Jueves 30 de octubre
XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Verde / Blanco Feria o Misa de la divina misericordia MR p. 1114 [1161] / Lecc, II p. 954
REFLEXIÓN del Evangelio: La Biblia nos presenta a menudo la salvación bajo la festiva imagen de un «convivio» festivo y fraterno, en el que el mismo Dios está dispuesto a sentarse al lado del hombre. En este caso muy concreto, Jesús acepta la invitación a la casa de un jefe de los fariseos. Él no se deja intimidar e igualmente, y en sábado, actúa misericordiosamente en favor de un enfermo de hidropesía. De esta forma, se sitúa más allá de convencionalismos y prejuicios, y no toma en cuenta los obstáculos derivados de ciertas prescripciones, aun supuestamente de carácter religioso.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jer 31)
Con amor eterno nos amó Dios. Envió a su Hijo único como víctima de propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
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ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, cuya misericordia es incalculable e infinito el tesoro de tu bondad, aumenta, benigno, la fe del pueblo a ti consagrado, para que todos comprendan con verdadera claridad con cuánto amor fueron creados, con qué sangre redimidos y con qué Espíritu reengendrados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos.]
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 9, 1-5
Hermanos: Les hablo con toda verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me atestigua, con la luz del Espíritu Santo, que tengo una infinita tristeza y un dolor incesante tortura mi corazón.
Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto, las promesas. Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne, nació Cristo, el cual está por encima de todo y es Dios bendito por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 147
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa.
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. Jn 10, 27)
R. Aleluya, aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Si a alguien se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca, aunque sea sábado?]
Del santo Evangelio según san Lucas 14, 1-6
R. Gloria a ti, Señor.
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Había allí, frente a él, un enfermo de hidropesía, y Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos, les preguntó: “¿Está permitido curar en sábado o no?”.
Ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tocó con la mano al enfermo, lo curó y le dijo que se fuera. Y dirigiéndose a ellos les preguntó: “Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?” Y ellos no supieron qué contestarle.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe benignamente, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en el sacramento de la redención, memorial de la Muerte y Resurrección de tu Hijo, para que, por la eficacia de este sacrificio, poniendo siempre nuestra confianza en Cristo, lleguemos a la vida eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 102, 17)
El amor del Señor es eterno entre aquellos que guardan su alianza.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, bebamos confiadamente en la fuente de la misericordia y nos mostremos más y más misericordiosos con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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