Viernes 20 de junio
XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Viernes 20 de junio
XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Feria: Verde / Rojo
Misa votiva de la Preciosísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo
Se sugiere utilizar hoy las oraciones de la Misa de la Preciosísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo, tal como aparecen en el presente formulario (cfr. Misas votivas, Misal Romano, p. 1176 [1166]); pero en su lugar pueden utilizarse las del domingo anterior o las de cualquier domingo del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Cfr. Apoc 5, 9-10
Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo...
PRIMERA LECTURA
Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mí diariamente la preocupación por todas las comunidades cristianas.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 18. 21-30
Hermanos: Ya que otros presumen de cosas humanas, yo también voy a presumir de ellas. Porque de cualquier cosa que alguien presume, aunque sea una insensatez lo que digo, también yo puedo presumir.
¿Ellos presumen de que son hebreos? Yo también lo soy. ¿De que son israelitas? Yo también lo soy. ¿De que son descendientes de Abraham? Yo también lo soy. ¿De que sirven a Cristo? Es una locura decirlo, pero yo lo sirvo más: yo les gano en fatigas y cárceles; y les gano por mucho en azotes y en peligros de muerte.
Cinco veces me han dado los judíos los treinta y nueve azotes. Otras tres veces me han azotado con varas y una vez me han apedreado. He naufragado tres veces y me he pasado un día y una noche perdido en el mar. He viajado sin descanso y me he visto en peligros en los ríos y entre ladrones; peligros por parte de los de mi raza y por parte de los paganos; peligros en las ciudades y en despoblado, en el mar y entre falsos hermanos. He andado muerto de cansancio; he pasado muchas noches sin dormir, con hambre y sed; muchos días sin comer, con frío y sin ropa.
Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mí diariamente la preocupación por todas las comunidades cristianas. ¿Quién se enferma en ellas sin que yo no me enferme? ¿Quién cae en pecado sin que yo no me consuma de dolor? Si se trata de presumir, presumiré de mis debilidades.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33
R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.
R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.
R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Mt 5, 3
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R.
EVANGELIO
Donde está tu tesoro, ahi también está tu corazón.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 19-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón.
Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al traer ante tu soberana presencia, Señor, nuestros dones, haz que, por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, el mediador de la nueva Alianza, y nos renovemos por la aspersión salvadora de su Sangre. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO I DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque mediante la pasión salvadora de tu Hijo el mundo entero ha comprendido la manera como debía alabar a tu majestad, ya que en la fuerza inefable de la cruz, se manifestó el juicio del mundo y el poder del Crucificado.
Por eso, Señor, también nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Cfr. 1 Cor 10, 16
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que seamos bañados siempre con la Sangre de nuestro Salvador, y que ésta se convierta para nosotros en fuente de agua que brote hasta la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Carmelitas Descalzos de México.
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