Miércoles 21 de mayo
V SEMANA DE PASCUA
Miércoles 21 de mayo
V SEMANA DE PASCUA
SANTOS CRISTÓBAL MAGALLANES, presbítero, y COMPAÑEROS, mártires
Memoria: Rojo
Del año 1915 a 1937, y principalmente en la persecución religiosa de 1926 a 1929, veinticinco mexicanos: veintidós sacerdotes diocesanos y tres laicos, se distinguieron entre los cientos de cristianos sacrificados en México por los enemigos de la fe católica. Con admirable constancia perseveraron fieles a su compromiso bautismal y a su identidad sacerdotal y ofrecieron su vida por Cristo Rey y santa María de Guadalupe, en diversos lugares de las diócesis de Aguascalientes, Autlán, Colima, Chihuahua, Chilpancingo-Chilapa, Durango, Guadalajara, Morelia, San Juan de los Lagos y Zacatecas.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Cfr. Mt 25, 34
Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino, preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Cristóbal Magallanes, presbítero, y a sus compañeros, que fueran fieles a Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que, perseverando en la confesión de la fe verdadera, podamos ser siempre fieles a los mandatos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
PRIMERA LECTURA
Se decidió que Pablo y Bernabé fueran a Jerusalén a ver a los apóstoles.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 1-6
En aquellos días, vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron a enseñar a los hermanos que si no se circuncidaban conforme a la ley de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; al fin se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles y los presbíteros. La comunidad cristiana los proveyó para el viaje, y ellos atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los paganos, y los llenaban de gozo con esta noticia.
Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la comunidad cristiana, los apóstoles y los presbíteros, y ellos refirieron todo cuanto Dios había hecho por su medio. Pero algunos de los fariseos convertidos intervinieron, diciendo: "Hay que circuncidar a los paganos y exigirles que cumplan la ley de Moisés". Entonces se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar el asunto.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 121
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas.
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor.
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes.
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Jn 15, 4. 5
R. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mída fruto abundante. R.
EVANGELIO
El que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al conmemorar la muerte dichosa de tus justos, te ofrecemos, Señor, aquel mismo sacrificio en el que tuvo su origen todo martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Cfr. Арос 2, 7
Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar en este divino banquete la celestial victoria de los santos mártires Cristóbal Magallanes y compañeros, te pedimos, Señor, que concedas la victoria a quienes nos alimentamos con este pan de vida, y que, ya vencedores, nos lleves a comer del árbol de la vida en el paraíso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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